AESTE SUBRAYA EL IMPORTANTE PAPEL DE LOS CENTROS ESPECIALIZADOS EN LOS CUIDADOS A LAS PERSONAS MAYORES DEPENDIENTES CON DISCAPACIDAD
En España hay 2,63 millones de personas mayores de 65 años con discapacidad, según la última Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD) del Instituto Nacional de Estadística.
La encuesta EDAD 2020 señala que la proporción que suponen las personas con discapacidad mayores de 65 años sobre el total de las personas con discapacidad es significativamente más alta en el caso de las mujeres (65,9 %) que en el de los varones (51,5 %).
Hay discapacidades que impiden a la persona valerse por sí misma y provocan dependencia. Es entonces cuando se necesita una asistencia integral que, en ocasiones, sólo se puede proporcionar en centros especializados, donde se promueven además valores como la normalización, la participación y la inclusión
La Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE) destaca el importante papel que desempeñan estos centros especializados, así como los profesionales que trabajan en ellos, para atender a las personas mayores dependientes con discapacidad física, intelectual o sensorial y promover su inclusión.
AESTE hace esta consideración con motivo de la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que tiene como objetivo promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida.
“Es fundamental que las personas mayores dependientes con discapacidad cuenten con atención personalizada y con profesionales cualificados para su cuidado, a fin de ofrecerles una atención rehabilitadora, habilitación personal y social, y una asistencia especializada”, señala Josune Méndez, Secretaria General de AESTE.
El esfuerzo en los centros se centra en la persona, llevando a cabo un abordaje integral en el que cada área planifica los apoyos necesarios para la consecución del objetivo común realizándose actividades coordinadas y programas individualizados y específicos Por ello, es fundamental que los profesionales de los cuidados a los mayores con discapacidad cuenten con la formación específica para ello.,
Además, los cuidados a las personas mayores dependientes y con discapacidad a través de los diferentes recursos que existen como los centros de día, la ayuda a domicilio o la teleasistencia, suponen un respiro para las familias, que, en la gran mayoría de los casos, son las encargadas de su cuidado.
En el caso de las residencias, además de contar con los profesionales especializados, disponen de las instalaciones adaptadas y los recursos necesarios para el desarrollo de las actividades apropiadas a cada usuario.
En este sentido, es necesario seguir promoviendo la creación de los recursos específicos necesarios y promover así la calidad de vida de las personas mayores con discapacidad, también durante esa etapa de su vida.