Patrick Arrosteguy: “Estamos ultimando la integración societaria y la unificación de los procesos de trabajo, que tendremos listos para finales de este año”
Amavir es la nueva identidad corporativa que ha resultado de la unión de Adavir y Amma. Un proceso de integración que comenzó en noviembre de 2016, cuando la compañía francesa Maisons de Famille, propietaria del 57,5 % de Adavir, adquirió el Grupo Amma. “Todos los que trabajamos en Amavir nos sentimos parte de un mismo proyecto, que ha sumado lo mejor de las dos compañías”, ha subrayado el consejero Delegado de Amavir, Patrick Arrosteguy. A pesar de ello, aún queda trabajo por hacer: “Estamos identificando las mejores prácticas de ambas compañías para que los procesos y protocolos de trabajo aúnen lo mejor de lo que veníamos haciendo y así seguir avanzando”. Todo ello para, en último término, ofrecer un servicio de la máxima calidad a los usuarios y sus familias, gracias a un grupo de profesionales cohesionado e implicado con su trabajo.
En mayo hemos presentado nuestra nueva identidad corporativa conjunta, bajo la marca de Amavir. Sin duda, ha sido un paso muy importante para la integración efectiva de ambas empresas y para que todos los que trabajamos aquí nos sintamos ya parte de un mismo proyecto, bajo el paraguas de nuestro accionista común Maisons de Famille, que nos aporta gran estabilidad y proyección de futuro. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer. Estamos ultimando la integración societaria y también la unificación de nuestros procesos de trabajo, que tendremos listos para finales de este año.
¿A qué responde la denominación Amavir?
Desde el primer momento, tuvimos claro que no queríamos perder el reconocimiento que tenían nuestras dos marcas anteriores, Adavir y Amma, muy bien posicionadas en el sector, por lo que teníamos que buscar una denominación que de alguna forma recordara a ambas compañías y en la que todos nos sintiéramos identificados. Ese ha sido el ejercicio que nos ha llevado finalmente a apostar por Amavir. Además, esta nueva denominación evoca también dos valores que son esenciales en nuestro día a día, amar y vivir, es decir, procurar la mejor calidad de vida de nuestros residentes en un ambiente de cariño y de respeto.
¿Y la imagen corporativa?
En la imagen y el logotipo hemos apostado también por la integración, manteniendo la flor de Amma y la tipografía de Adavir. De esta forma, las dos empresas están también representadas en la nueva imagen. Cualquiera que nos conociera por separado ve ahora que tanto el nombre como el nuevo logotipo recuerdan de alguna forma a ambas compañías.
¿Cómo ha sido la integración de los trabajadores de ambas compañías? ¿Se ha mantenido toda la plantilla?
Amavir es el resultado de una unión, no ha habido absorción ni eliminación de una de las dos marcas, sino que hemos querido que sea una integración para sumar lo mejor de las dos compañías. Esta ha sido la filosofía que se ha aplicado en todo el proceso, tanto en protocolos de trabajo como también en recursos humanos. Por tanto, no hemos seguido el modelo de mantenimiento sólo de uno de los dos equipos, hemos apostado por la integración y por la convivencia entre las plantillas de ambas compañías, tanto a nivel de centros como en las oficinas centrales. Todo el que ha querido seguir en el proyecto ha tenido la oportunidad de hacerlo.
Sobre el sector sociosanitario
¿Cuáles cree que son las áreas de mejora de la Ley de Dependencia?
La Ley de Dependencia supuso un paso muy importante para nuestro sector y, sobre todo, para las personas en situación de dependencia y sus familias, que vieron reconocido un derecho que ha acabado por convertirse en uno de los pilares de nuestro Estado de bienestar. Sin embargo, tenemos que seguir consolidando esta Ley, por ejemplo, asegurando su sostenibilidad económica a futuro, en un entorno en el que la población dependiente va a ser cada vez más numerosa.
Amavir tiene presencia en diferentes comunidades autónomas, ¿está mejorando la política de concertación de plazas?
La crisis económica de estos últimos años ha sido un freno importante, porque las Administraciones han reducido la concesión de plazas concertadas y también las tarifas que se abonan por ellas a los operadores. Empezamos a ver síntomas de recuperación y confiamos en que la situación tienda a normalizarse, porque en este sector la colaboración público-privada es esencial para garantizar la atención a la población dependiente.